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Tecnologías De Cooperación: El Poder De La Participación

"Si las compañías pueden abrirse ellas mismas a las contribuciones de clientes entusiastas y socios, eso debería ayudar a crear productos y servicios más rápidos, con menos fiascos - con mucho menor costo, con mucho menos riesgo."

Esto es lo que BusinessWeek escribió en un largo y bien documentado ensayo titulado "El poder de nosotros" que será parte de su próxima edición impresa, fechada el 20 de junio.

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Howard Rheingold iniciando la Cooperation Class en Stanford - Photo credit: Ross Mayfield

 

"Al mismo tiempo, el poder de los pares presenta desafíos difíciles para cualquiera comprometido en el status quo. Las corporaciones, esas ciudadelas de comando-y-control, deberían prepararse para un sobresalto mayúsculo. Cada vez más, van a tener que luchar con grupos ad hoc de clientes los cuales tienen el poder de unir fuerzas online para obtener lo que quieren. Realmente, los clientes están creando lo que ellos quieren ellos mismos--diseñar su propio software con colegas, por ejemplo, y expresar sus opiniones vía blogs en vez de esperar a que los periódicos publiquen sus cartas."

Es un número de nuevas tecnologías, que han aparecido solamente en los últimos años, lo que ha dado fuerza a esta creciente cooperación.

Compartir archivos P2P, blogs, RSS, wikis, recomendaciones y motores de afinidad como aquellos utilizados por Amazon, esfuerzos de la gente común tales como OhMyNews en Corea, millones de ratings y reputaciones generadas por los usuarios como eBay, recursos clasificados y seleccionados colaborativamente como del.icio.us o imágenes como Flickr.

No menos asombroso es el potencial de distribución colaborativa ofrecido por BitTorrent, un nuevo protocolo P2P que permite la distribución de archivos muy grandes fácilmente y prácticamente con costo cero, o Skype , un programa gratuito que hace posible a cualquiera evitar el sistema telefónico tradicional.

De todos esos, probablemente el ejemplo más sorprendente de cooperación exitosa es Wikipedia. Casi 5 millones de personas visitan en esta enciclopedia online al menos una vez por mes, la cual cuenta con más de un millón y medio de entradas en 200 lenguajes creados por usuarios voluntarios individuales que no reciben ningún tipo de paga (compare esto con las apenas 120,000 entradas de la Enciclopedia Británica para tener un idea del tamaño)

¿Pero qué lo que separa estas tecnologías de aquellas herramientas de la primera generación de Internet, e-mail y páginas web estáticas?

Estas tecnologías potencian la penetrante interconectabilidad de la web para crear un valor social que no consiguen ni el e-mail ni los sitios web tradicionales.

Lo que diferencia a esas nuevas tecnologías de aquellas de la primera generación de Internet es el hecho de que desempeñan un rol único: brindan una utilidad a los intereses de los individuos al mismo tiempo que crean automáticamente valor para todos los demás.

Convierten el interes propio en beneficio social, y en ocasiones en un valor económico real.

La elecciones que hacemos, como sociedad, están fuertemente conectadas con el contexto tecnológico en el cual vivimos. En la edad media no podríamos haber basado nuestro sistema económico en los principios de producción en masa, marketing y distribución, ya que el contexto socio-económico y tecnológico no proveía las premisas para tal cambio.

Pero lo que debemos preguntar es: ¿son las oportunidades tecnológicas en la era de las economías de información digital las mismas que dictaron los sistemas socioeconómicos en los cuales estamos? ¿Ha cambiado el contexto socio-tecnológico tan radicalmente que deberíamos estar viendo a los sistemas económicos y de producción que potencien, en redes de resistir, las oportunidades ofrecidas por los nuevos sistemas eco-tecnológicos en los cuales vivimos?

Lo que un profesor de Yale sugiere el que un creciente cuerpo de literatura en las normas sociales, capital social, regímenes de propiedades comunes, y la emergencia de producción de pares, delinea el contorno para compartir en sociedad a como un tercer modo de organizar la producción económica, junto al mercado y el estado.

"Las características de la información - sean estas software, texto o incluso investigación biotecnológica- hace una cosa económicamente obvia para compartir. Es un bien "no-rival" : por ejemplo, su uso no interfiere con mi uso.
Mejor aún, está el efecto de red: cuanto más gente lo utilice, más útil será para cualquier usuario individual. Lo mejor de todo, la existencia de la Internet significa que el costo de compartir es remarcablemente bajo. El costo de la distribución es despreciable, y la coordinación es fácil porque la gente puede encontrar sencillamente a otros con objetivos similares y puede contribuir cuando sea conveniente."

Yochai Benkler, profesor de leyes ese Yale, se concentra en estos temas, y en un provocador ensayo titulado "Sharing Nicely: On Shareable Goods and Emergence of Sharing as a Modality of Economic Production" adelanta el apoyo racional al hecho de que las economías que comparten son parte de nuestro futuro inmediato.

"Las nuevas investigaciones indican que la cooperación, a menudo organizadas de abajo-arriba, juega un rol mayor de lo que pensábamos en todo, desde fenómenos naturales tales como las colonias de hormigas a instituciones humanas como los mercados y ciudades. Esto es lo que el escritor de Nueva York James Surowiecki, en su libro de 2004 del mismo nombre, llama "La sabiduría de las multitudes". Las multitudes pueden enloquecerse, por supuesto, pero resulta que son más inteligentes para resolver muchos problemas que los individuos más brillantes."

Las economías de participación
están bien reflejada también en el fascinante trabajo que estoy llevando adelante con Ken Thompson de bioteams.com.

Gracias a su visión y experiencia de investigación el ha sido capaz de describir grandes paralelos entre las actividades cooperativas y altamente auto coordinantes de organismos vivientes y que son requeridas por los actuales equipos virtuales interconectados de negocios para que sean tan efectivos como sus contrapartes naturales.

Junto con Ken, he publicado un Manifiesto acerca de los bio-equipos y de la importancia del aprendizaje de los grupos vivientes que han sido muy exitosos para sobrevivir en el arco de millones de años.

Pero las economías de participación pueden brindar una enorme ventaja competitiva también en areas que abarcan desde investigación y desarrollo a marketing.

Permitirle a los usuarios, clientes, participar y proveer información durante los estadios de desarrollo de un nuevo producto es bien conocido para lograr buenos resultados en un menor período de tiempo.

Incluso en Microsoft usted puede comenzar a oler la fragancia de la cultura participativa. El programa Microsoft más, y más directamente a la base del usuario. A pesar de que mi comentario puede parecer diplomático cuanto menos, éste proviene de haber visto de primera mano a Microsoft escuchar y cambiar las cosas como consecuencia de las contribuciones de Champs. Eso conmueve.

Si quiere otro ejemplo de Microsoft abriendo los ojos y oídos a lo que crece de las preferencias de sus usuarios envejecer su departamento de finanzas, simplemente mire a Microsoft Start. Es realmente un cambio revolucionario de Microsoft en el cual están dispuestos a escuchar y hacer algo realmente en función del usuario. Personalmente he felicitado por este proyecto Microsoft y todavía lo veo como una de sus municiones más fuerte para modernizar, conectar y remodelar su metodología de marketing de producto online.

Pero el abordaje a la producción y distribución participativa y cooperativa no está restringida al campo de desarrollo de software o a servicios relacionados con la web.

Hollywood, las principales cadenas televisivas y el mundo futuro de Internet y la televisión digital estan profundamente afectadas por las mismas tendencias

A medida que la larga cola de películas comienzan a a encontrar maneras de ser atendida en la web, un nuevo ejército de productores independientes y productores de vídeo se liberarán de los sistemas altamente restrictivos y no- meritocratico que rige actualmente en los festivales de cine y compañías de distribución.

"La gente no está solamente compartiendo canciones y películas--legales o no -- sino también está creando contenidos y construyendo audiencias considerables."

La prestigiosa Universidad Stanford en Estados Unidos ha tomado conciencia de este fenómeno de cambio y recientemente dictó un curso, conducido por el gurú ciber participativo Howard Rheingold (el autor de Smartmobs), en el tema de cooperación efectiva. Un buen número de vídeos de este curso, el cual ha tenido entre otros a Peter Kollock, UCLA & autor de Communities in Cyberspace & "Social Dilemmas", Peter Corning, Director of the Institute for the Study of Complex Systems y Steven Weber, Director of the Institute of International Studies y Professor of Political Science en UC Berkeley se pueden acceder desde esta página.

La afirmación, que desde mi punto de vista debe ser muy tenida en cuenta por los ejecutivos de los medios tradicionales, especialmente en el campo de música, filmes y televisión, es del co-fundador de wikipedia Jimmy Wales:
"Nuestro trabajo muestra que tan rápidamente un producto propietario tradicional puede ser superado por una alternativa abierta. Eso no significa que nosotros no vamos a destruir su negocio".

¿Y usted que opina?
Fuente: The Power Of Us - Mass collaboration on the Internet is shaking up
business

BusinessWeek - June 20th 2005

Vea también: The Net's People - Power Pioneers

- - BusinessWeek [Leer más]

Enviado por Robin Good el Sábado 11 de Junio, 2005

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